Los Rover Scouts son jóvenes adultos entre 16 a 21 años que tienen un alto compromiso por conocer lo que afecta su mundo, directa o indirectamente, son empáticos, solidarios, en búsqueda de la justicia y animados a asumir posiciones de liderazgo dentro su comunidad local y ayudar a organizar proyectos que apoyan a esta. El énfasis en la participación de la comunidad ayuda a destacar, los valores y principios compartidos del Movimiento Scout, y de la importancia vital de las vivencias dentro del contexto de la comunidad local para el joven, convirtiéndose en un vehículo importante para aumentar la conciencia sobre los retos e iniciativas mundiales, para unirse a la acción global y para asimilar y desarrollar valores globales compartidos, es la asociación de la integración e interrelación de la comunidad local con la comunidad global y su impacto en la sociedad. Además, la influencia de la comunidad y la sociedad donde hacen vida los Rovers en su proceso de desarrollo personal y las actividades que conlleven a un ciclo de acción y reflexión, permiten que los jóvenes desarrollen una comprensión más profunda de sí mismos, mientras que tienen una contribución significativa y positiva ante la comunidad en la que viven, en sus objetivos generales, necesidades y problemáticas.
Esta vinculación con el quehacer comunitarios permite el desarrollo del compromiso con los demás, que es uno de los valores más apreciados del movimiento Scout, teniendo el servicio como una herramienta educativa privilegiada, que más que resolver un problema o aliviar un dolor, el servicio es una forma de explorar la realidad, que ayuda al joven a conocerse a sí mismo, a descubrir otras dimensiones culturales, de aprender a respetar a los otros, de experimentar la aceptación y el reconocimiento del medio social, de construir una autoimagen positiva y de estimular la iniciativa por cambiar y mejorar la vida en común. La participación en la comunidad promueve una mayor cohesión y reúne a cada miembro de la comunidad en torno del propósito común de transformar sus comunidades para lo mejor. Brinda la oportunidad de exponer a más personas a los valores y propósitos del Movimiento Scout y los reúne para apoyar la causa del Movimiento Scout. Crear un mundo mejor es un viaje que los Rovers Scouts no pueden tomar por su cuenta dejando atrás a la comunidad sin tomarla en cuenta y sin trabajo en conjunto y corresponsabilidad en el alcance de los objetivos, donde exista la sinergia y el marco de colaboración del trabajo en equipo de los Rovers con la Comunidad. Debe ser un esfuerzo colectivo independientemente del tamaño de la oportunidad de aprendizaje en que los Rovers se involucren, el servicio no sólo debe ser visto como hacer cosas por los demás, sino que, a través de la participación, sin duda implicará hacer cosas con los demás. El elemento de participación comunitaria tiene que ver con ayudar a los Rover Scouts a Construir un Mundo Mejor, con la atención centrada en la ciudadanía activa y la responsabilidad de cada Rover de conocer el papel que pueden desempeñar en la comunidad.
La importancia que el servicio tiene como campo de acción, tanto en el método como en el estilo de vida Scout, determina que en el Clan sea un campo de acción prioritario, porque los jóvenes deben participar en al menos un proyecto de este campo, que puede ser una iniciativa o proyecto individual asociado a sus intereses y necesidades por aquello que los motive intensamente, que los sensibilice para atacar una problemática identificada, para luego asociarse para alcanzar los objetivos planteados en un proyecto. Si es un proyecto común, la naturaleza de la iniciativa la determina el equipo de trabajo o el Clan (Clanes), dependiendo del nivel al cual se organice, su envergadura y del número de interesados alrededor del proyecto o iniciativa. La intención es brindar la posibilidad de oportunidades de aprendizaje donde se procure asegurar que el joven adulto tenga este tipo de vivencias y experiencias antes de su egreso del Movimiento.
“La verdadera manera de obtener la felicidad, es haciendo felices a los demás…” Baden-Powell
Por ello, se puede vincular a los jóvenes adultos con actividades donde puedan participar ya no sólo como voluntarios, sino como líderes y gestores de la iniciativas, para poner en práctica toda esa capacidad de emprendimiento, de ser empáticos, compasivos, sinérgicos e interesados por aquellos problemas que afectan a su localidad más cercana, al ser parte de una actividad extracurricular de sus liceos o universidades como grupos de excursionismo, bomberos voluntarios, comités organizadores, un curso de primeros auxilios de la Cruz Roja, rescate y salvamento, o sobre qué hacer durante y después de un sismo, o creando iniciativas de acción comunitaria e impacto social de diversa índole, y lejana (global) al participar en días internacionales de acción, o recibir un taller sobre los ODS, el cambio climático, mediante entes gubernamentales, multilaterales u ONG’s, o creando iniciativas de acción comunitaria e impacto social de diversa índole con asociación y generación de redes de personas e instituciones.
Todo este clima educativo logra establecer que los Rovers están equipados con el conocimiento y habilidades para ser miembros significativos y productivos de su comunidad local, nacional y global, tomando y creando oportunidades de liderazgo, y apoyando otros al hacerlo, siendo agentes de cambio con una alta sensibilidad social, voluntarios para ayudar, pero sobre todo emprendedores sociales que en el corto plazo están Construyendo un Mundo Mejor.
“…El que no vive para servir, no sirve para vivir…” Santo Tomás de Aquino.