El sistema por equipos es uno de los elementos del Método Scout de gran riqueza educativa y que ayuda en la educación no formal de los jóvenes de manera directa, práctica y colaborativa para auspiciar esa búsqueda del “Proyecto de vida”, bajo el ambiente de reto y servicio propio de los Rovers (jóvenes adultos entre los 16 a 21 años). Este elemento no sólo inspira un clima educativo, estimulante para la búsqueda de ese proyecto de vida, sino que da una estructura organizativa, de interacción y vinculación social con sus pares, o con las comunidades donde estos se desenvuelvan.
En el Clan, el sistema por equipos definido es el joven (que en esta etapa llamamos Rover) asociado, es decir, las y los jóvenes asociados (al menos una o un joven) de acuerdo con sus necesidades, inquietudes o intereses afines. Esa asociación en el Clan, es temporal, rotativa y vinculante hasta el cumplimiento de los objetivos y metas planteados, de modo que los Rovers pueden trabajar solos, pero asociándose con personas (profesionales, artesanos, artistas, dirigentes comunitarios y vecinales), instituciones (empresas, ONG, gubernamentales, educativas) que le ayuden, guíen y brinden apoyo en la iniciativa planteada. También, pueden estar agrupados en equipos temporales, dentro de su Clan natural o con Rovers de otro Clan, incluso pudieran ser personas no Scouts, pero que tengan conocimientos, destrezas o habilidades que deseen compartir, así como la inquietud de realizar un trabajo en conjunto con los Rovers.
Dado que, en el Clan, cada joven programa su plan educativo de manera individual, según sus intereses, necesidades y disponibilidad de tiempo. Las actividades son realizadas por los Rovers en equipos conformados de manera libre para cada actividad o proyecto. Este esquema establece la dinámica del grupo en apoyo al proyecto personal de sus miembros y permite crear grupos de trabajo para desarrollar los proyectos comunes. Estableciendo dentro de cada equipo y en formas apropiadas a sus habilidades, destrezas, capacidades, competencias e inquietudes, los jóvenes integrantes organizan su vida como grupo, planificando, compartiendo responsabilidades y decidiendo, organizando, desarrollando y evaluando sus proyectos y actividades.
Esto le enseña al joven a ser cooperativo, emprendedor a generar redes y capital social, que ayudan a fortalecer la visión de si mismo y su lugar ante la sociedad como agente de cambio, vinculados con personas e instituciones. Teniendo apoyo de personas adultas y con experiencia que pueden ser o no Scouts. A la vez de un sistema representativo asegura que los Rovers participen en los procesos de toma de decisiones de la Unidad como un todo en conjunto con los adultos facilitadores.
“…Los equipos de iguales aceleran la socialización, identifican a sus miembros con los objetivos comunes, enseñan a establecer vínculos profundos con otras personas, entregan responsabilidades progresivas, dan confianza en sí mismo y crean un espacio educativo privilegiado para crecer y desarrollarse. Los pequeños grupos constituyen las células primarias de una verdadera sociedad de jóvenes que se estructura en todos los niveles del Movimiento. En esta sociedad se observan órganos de gobierno y espacios de participación, asambleas y reuniones que enseñan administrar las discrepancias y a obtener los consensos, organismos de toma de decisiones colectivas e individuales, equipos ejecutivos que impulsan a la acción y logran que las cosas ocurran. Se trata de una escuela activa de participación de los jóvenes, que integra a la vida de todos los días el aprendizaje de la convivencia, la democracia y la eficiencia…”
Cfr. Guía del Dirigente. Componentes del Método Scout.