El Escultismo nació con un libro: "Escultismo Para Muchachos, Un manual para la instrucción en buena ciudadanía a través del arte de los bosques", posteriormente reducido a "Escultismo para Muchachos" y, desde el principio, allí se encuentran enseñanzas para el uso de nudos y amarres para la construcción de diversos objetos, útiles para la vida en el bosque.
La construcción de mesas, cocinas, torres, y otras astucias, con nudos y amarres, es lo que popularmente conocemos con el nombre de "Pionerismo".
La práctica del pionerismo tiene grandes virtudes educativas, pues le permite al joven, entre otras cosas, lo siguiente:
Todo lo anterior tiene como escenario natural el aire libre, la vida de campamento. El scout desarrolla al máximo sus habilidades cuando logra armar su "casa" (el rincón de patrulla) para vivir en la pequeña sociedad del campamento.
Pero es importante entender que el pionerismo y sus acciones (corte de troncos, construcciones, etc.) son relevantes y tienen sentido en campamentos de cuatro días o más, y en lugares adecuados para ello. En campamentos cortos (una o dos noches), solo se debe delimitar el terreno a usar y montar la carpa o refugio. En campamentos cortos el tiempo disponible debe ser cubierto por el programa de actividades y no por "tiempo para construir", que usualmente es un bonito nombre para "no planificamos y hay que ocupar a los Scouts".
El "Arte de los Bosques" implica un uso respetuoso y racional de la naturaleza, por lo que no tiene sentido derribar árboles y realizar agujeros para hacer construcciones en Parques Nacionales u otros lugares no previstos para estas actividades.
Enseñémosles a nuestros jóvenes el bello arte del pionerismo, pero enseñémosles también el respeto a la naturaleza y su uso racional.
Colaboración especial: Scouter Carlos Rodríguez