31 Jul
31Jul

Son personas que dan testimonio de sus valores y velan porque los jóvenes lleguen a cumplir sus objetivos y metas personales. Tienen como filosofía de vida la Ley y la Promesa Scout, hombres y mujeres de buena voluntad, psicológicamente maduros, moral y éticamente rectos, interesados en la educación de los jóvenes, teniendo aptitudes básicas para trabajar en equipo y con la capacidad de habilitar a otros para ser gestores y líderes de sus propis ideas y proyectos.

Debe tener un nivel de madurez muy alto y un proyecto de vida definido, dado que a partir de su sapiencia y ecuanimidad pueda hacer una contribución significativa en los jóvenes en su paso a la adultez emergente. El perfil de cargos de la Asociación de Scouts de Venezuela (ASV), establece que la edad mínima para ser adulto facilitador líder en la unidad Clan, es de 25 años, teniendo un equipo en edades comprendidas entre los 21 a los 40. 

Debe fungir como asesor y organizador de una dinámica participativa, que el grupo de jóvenes coexista, estableciendo condiciones de mentoría  para preparar a los jóvenes a que hagan las cosas que sean de su interés y necesidad, mediante proyectos y que esto ocurra con eficacia y agilidad, es decir que diseña y establece un clima educativo que habilita para aprender y empoderar a los jóvenes. Pero no debe olvidar la individualidad, porque aunque tengan personalidades o intereses afines, cada uno debe tener espacio para la conversación y atención personal, buscando el sitio idóneo lleno de respeto y comprensión.

La madurez  y ecuanimidad ayuda a que el Adulto Scout que trabaja con el clan pueda responder a la necesidad de justicia de los jóvenes y ofrecer respuestas lógicas y razonadas, a planteamientos irreverentes, sarcásticos, siendo empático y organizado con la capacidad para entender sus problemas y actitudes. Poder establecer un clima de respeto por la individualidad de las personas, las decisiones colectivas y la comunicación efectiva. Siendo creativo en la motivación, instrucción, refuerzo y evaluación de las actividades que incentiven el desarrollo de proyectos de diversa índole por parte de los jóvenes. Además debe gustarle de la actividad física y el contacto con la naturaleza para trabajar y compartir con ellos en esos espacios bajo un ambiente de reto.

Debe tener y trabajar la sensibilidad social, para ayudar a los jóvenes en el análisis de entorno, identificando y diagnosticando problemas, facilitando la visión sobre cómo vincularse con las comunidades y generar empatía con la diversidad en el entorno con los cuales ellos se relacionen, todo con el objetivo de que los jóvenes se conviertan en agentes de cambio, es decir ciudadanos activos, participativos e involucrados con la misión de Construir un Mundo Mejor. Debe estar en constante crecimiento, tener acompañamiento del Asesor Personal de Formación, porque este puede aclarar dudas en su accionar y con su experiencia motivar el trabajo con el grupo de jóvenes.

“La autoeducación, como continuación de lo que se ha aprendido en la escuela, es indispensable.” Robert Baden-Powell, Roverismo Hacia el Éxito.

Los Adultos Scouts en Clan actúan como organizadores y educadores, que guían a los jóvenes como tutores y mentores de su propia formación, generando compromisos, siendo esta acción una constante dentro del proceso de progresión y maduración alrededor de sus logros individuales y en asociación. La visión de “padres” es desajustada para un adulto que quiera ayudar a formar a estos Rovers, debe ser un hermano mayor, que sabe escuchar las necesidades del otro, que motiva y corrige con respeto y que entiende que debe ser el adulto del grupo, cuando los comportamientos son incorrectos a lo esperado.

“El objeto del adiestramiento es capacitar a los jóvenes para que por sí mismos puedan llegar a ser ciudadanos felices, sanos y útiles” Robert Baden-Powell, Roverismo Hacia el Éxito

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