La Ley de la Manada es un símbolo porque nos recuerda la Manada del Seeonee, la sociedad de los lobos, lo respetada que es la selva por el sentido de pertenencia del cumplimiento de la ley, por eso al pueblo de los lobos se les reconoce como el pueblo libre, porque si no hay ley no hay libertad, como los Banderlog que es un pueblo sin ley, esclavo de su bullicio y su desorden siempre haciendo ruido para que todo el mundo sepan que están como para mostrarse, pero nunca para asumir un compromiso. Es un proyecto porque ella expresa en conceptos sencillos y en palabras comprensibles para los niños, el proyecto educativo del Movimiento Scout. Estos términos se adaptan de manera apropiada para los niños y su preferencia a jugar, a imaginar, a crear desde la fantasía la relación con reglas, normas, valores, de manera sencilla, una hermosa síntesis de valores que son entendidos y vividos a la edad de 7 a 11 años. Por ello el compendio de valores que el lobato y la lobezna se comprometen a cumplir son: -Escucha y respeta a los otros (Sus pares y a los Viejos Lobos-Padres, Maestros, Adultos, etc.)- Es alegre y amigable- Dice la verdad- Comparte con su familia- Ayuda a los demás- Cuida la naturaleza- Desea aprender y vencerse a sí mismo-.
Cada uno refleja una expresión de formación en valores, sobre los que se aprende desde el hogar basado en el respeto y la cortesía hacia los demás, en la escuela, en la actividad extracurricular, en la calle al transitar, generan lazos permanentes de solidaridad e impulsan hacia las cosas que quieren aprender.
La Promesa de la Manada, es un compromiso voluntario hecho ante sí mismo, los demás y Dios, para cumplir la Ley de la Manada. Sus palabras y sus conceptos son sencillos y expresan el compromiso tal como lo diría naturalmente un niño, sin expresiones floridas ni tonos graves, simplemente es un ofrecimiento voluntario y no un juramento. Por la Promesa, el lobato y la lobezna toman libremente un compromiso, no reniegan de nada ni hacen un voto de carácter militar o religioso.
La Promesa no tiene un momento determinado para ser hecha ni está vinculada a las etapas de progresión personal de los niños. Simplemente se hace cuando el niño, una vez terminado su período de introducción, se considera preparado y pide hacerla. Los dirigentes no deben dudar ni discutir el propósito de esa petición. No se debe dudar ni discutir con el niño sobre su decisión, se debe motivar y organizar la ceremonia para que sea especial, el momento de la Promesa se comunica a la Manada, a los amigos y a la familia y se organiza una pequeña ceremonia simple, solemne, sencilla y sincera, lo más pronto posible a la voluntad manifiesta del lobato o lobezna.
Prometo hacer siempre lo mejor. Por cumplir mis deberes para con Dios y la Patria. Obedecer la Ley de la Manada; y hacer una Buena Acción a alguien cada día
El Lema, la Buena Acción y la Oración son otros tres elementos inmersos en la Promesa de la Manada que evocan valores en acción. Por un lado, el Lema ¡Siempre lo Mejor! es como un grito de alerta, es la evocación latente de las primeras palabras de la promesa, por el cual los niños se recuerdan a sí mismos que han tomado un compromiso con la Ley de la Manada, porque vociferar el lema equivale a una renovación constante de la Promesa como un símbolo que tiene mucho valor y sentido en los lobatos y lobeznas.
La Buena Acción es una invitación a actuar, a convertir el compromiso en hechos concretos. Hay que hacer cosas que reflejen que se está actuando de acuerdo con ese compromiso y a ese lema. No basta con decir que vas a construir un Mundo Mejor si no lo haces, por eso los pequeños gestos de los niños es lo que hace que empiece a entender como es cumplir con esta misión, dando pasos hacia esa construcción brindando un beneficio a los demás, que ayudara a generar una buena actitud en ellos al manifestar su espíritu de servicio y ser siempre mejor.
La Oración es un recuerdo, sobre el apoyarse en la ayuda de los demás para lograr lo que el niño se proponga, siendo Dios un apoyo vital y necesaria para cumplir la Promesa. La oración es una conversación de amigos, donde los lobatos y lobeznas le ofrecen a Dios el regalo de su compromiso con la Ley, el esfuerzo por vivir de acuerdo con ella y todas las acciones que hacen en favor de los demás.
"El niño no aprende de lo que los mayores dicen, sino lo que ellos hacen". Baden-Powell