Buscar nuevas preguntas y sus respuestas, es parte del juego de la vida en los niños en edad de Manada. Todo será sorprendente para ellos, todo ofrecerá algo nuevo por descubrir o presentará alguna utilidad que antes no conocían. Serán observadores de la naturaleza y del mundo que los rodea, inventores de máquinas y herramientas, serán capaces de construirlo todo y siempre te exigirán el mejor de los esfuerzos para satisfacer su curiosidad.
La naturaleza brinda oportunidades de aprendizaje al hacer vida al aire libre y ponerse en contacto directo con el medio ambiente que lo rodea, fomentando una mejor comprensión y una relación con los entornos naturales desde la observación y la contemplación, los niños que son curiosos por naturaleza e indagan sobre cualquier cosa que puedan ver, oír, tocar, oler se maravillan ante la diversidad de elementos que brindan estos espacios, que al ser potenciados por el juego profundizan las oportunidades de una interacción sana, constructiva y equilibrada con el sitio donde se desarrollen la actividades y la naturaleza en general, reforzando el compromiso por la conservación de la misma y un entendimiento básico de la ecología. Además, porque le permite vincular su creatividad, imaginación y fantasía al jugar donde los animales que encarnan sábado a sábado y con los cuales juegan a ser una Manada de Lobos dentro de una Selva llamada Seeonee, viven, se desarrollan y mueren, eso le da la visión de la biodiversidad y su relación con los ecosistemas de manera vivida.
La Manada es sinónimo de juego y hacerlo al aire libre, genera una combinación ideal que les da la libertad para que los niños aprendan a ser más independientes y ampliar su círculo social al interactuar con niños y adultos fuera de su hogar al separarse por unos pocos días. Las actividades mediante el cual se logran estos objetivos pueden ser paseos, visitas excursiones cortas, campamento corto (De una noche), pero fundamentalmente con el acantonamiento, siendo esta la actividad máxima al aire libre de la Manada que tiene una duración de tres (3) días y dos (2) noches en un sitio que cuente con las condiciones sanitarias mínimas y adecuados para niños. El acantonamiento sirve para reencontrar a los lobatos y lobeznas con los ritmos naturales, con actividades que ponen en juego los sentidos, que desarrollen su imaginación, enfrentar el temor a lo desconocido, para aprender a organizarse sin sus padres de por medio, a seguir las normas y estructuras de convivencia, a reconocer y respetar la autoridad, la toma decisiones sobre la vida cotidiana y la importancia de la gran familia feliz que es la Manada al ser solidarios y empáticos con sus compañeros, forjando el primer paso a la independencia, al darse cuenta que pueden hacer cosas por ellos mismos y ser responsables de las tareas que le corresponden (Saber que lleva en el bolso para la actividad), es decir la libertad para Ser y conocer sus limitaciones y aprender a superarlas a su ritmo.
En cada una de estas actividades al aire libre se busca forjar el carácter de los niños, fortalecer su visión de ser cada vez mejor y vencerse a sí mismo, al demostrar capacidades de organización, disciplina y la asimilación de cosas no vistas y vivencias que los interconecten con el mundo y su transcendencia, recuerden la intención es lograr la máxima impresión y puedes hacerlo con una lamparada, fogata, teatro a la luz de las estrellas, títeres, contar relatos y explotar todos los juegos creativos y de actividad físicas y de espiritualidad que puedan durante la estancia al aire libre.
La aspiración de toda persona es ser libre, y para hacerlo debes desarrollar vivencias donde valores la responsabilidad de construirla, forjando un carácter solidario, empático y alegre…