Es la etapa donde la aventura comienza y la palabra cambio se convierte en una constante, porque la adolescencia es el proceso vital que está vinculada con el periodo de aprender bajo el camino de los bosques, centrado en motivar y desafiar a los jóvenes a desarrollarse continuamente, a través del reto de la vida al aire libre para facilitar oportunidades de aprendizaje.
En la Tropa Scout la progresión de los jóvenes, para construir su motivación interior de estar siempre listos, de demostrar responsabilidad y disciplina para participar consciente y activamente en el juego de competir por equipos y el aprendizaje que conlleva para su desarrollo. Dado que en la Tropa el factor de asociación e interacción es la patrulla, un pequeño grupo que permite a los jóvenes progresar en su propio desarrollo, bajo un entrenamiento circular hecho por los integrantes de la patrulla, de la toma de decisiones según los intereses de los integrantes de la misma , siempre con la motivación de ver a sus iguales alcanzar nuevas etapas, profundizar sus conocimientos técnicos, mejorar el trabajo en equipo, madurar conductas y aprendizajes a su manera y al propio ritmo de cada uno de los integrantes. Estos avances les permiten establecer a los jóvenes la profundización de buenos hábitos, que tengan mayor nivel de responsabilidad, el establecimiento de hobbies y la exploración de nuevas habilidades, y aprender a ser un ciudadano activo vinculándose con su entorno como voluntario.
La progresión personal en la Tropa es facilitada por los adultos, forjando un clima educativo donde los jóvenes se sientan motivados, apoyados y retados apropiadamente para establecer sus propios desafíos, para aprender y obtener el reconocimiento en base a cada rasgo superado dentro de las montañas, bosques, llanuras y caminos al aire libre que han recorrido con su patrulla, siendo la entrega de insignias la pauta que le indica a todos que el joven va conociendo la aventura, que va explorando la aventura, que va viviendo la aventura, que va disfrutando de la aventura, convirtiéndolo en un joven que asume la conciencia de su carácter proactivo y asume el compromiso de proyectar sus experiencias e interactuar con su comunidad, un Scout de Bolívar, que es la etapa que engloba todos los aprendizajes de esta etapa.
Este reconocimiento del progreso de los compañeros de la Patrulla, la Tropa y los adultos, ayuda al joven a ganar confianza, tener una visión positiva de su autoestima y seguir creciendo hacia nuevos retos. Además de la disciplina y el orden puestos en un diario de aprendizaje donde se refleje la convivencia del joven en vivencias que apoyen la formación de su personalidad y carácter, donde los jóvenes pueden visualizar sus avances y proyectar en que van a fijar su atención e interés, así como las especialidades que le permitan al joven seguir explorando voluntariamente nuevas habilidades y destrezas producto de una necesidad determinada, de una actividad realizada, de un libro leído, de una película o reportaje visto en la televisión o la Internet, o de lo que él observa en su entorno educativo, o en su hogar.
Este clima educativo se enmarca en un sistema de Adelanto Progresivo, basando su éxito en la convivencia del joven en ambientes exigentes que apoyen la formación de su personalidad y carácter, siendo la naturaleza el escenario ideal y natural del Escultismo, con sus estrategias educativas como herramienta principal para supervisar los avances y ajustar actividades que se adapten a lo fines, intereses y necesidades que exprese el joven, al tener en cuenta que el control del Adelanto Progresivo estará en manos de todos; tanto del Scout y su Patrulla, como de los dirigentes de Unidad, Grupo, Padres y Representantes.
“Una semana de vida en el campo, vale más que seis meses de enseñanza teórica en la sala de reuniones”. Baden-Powell